¿Qué es la erupción ectópica?

La erupción ectópica, también conocida como «dientes de tiburón», es un trastorno dental común que ocurre en la infancia cuando a los niños les empiezan a cambiar los dientes. A partir de los 6 años, uno de los momentos más emocionantes de nuestra niñez es la visita del Ratoncito Pérez, el cual nos recompensa con algún obsequio por cada diente de leche que perdemos. Este proceso de recambio dentario conlleva la pérdida de 20 dientes de leche hasta los 11 o 12 años, momento en el que aparecerán los dientes permanentes.
Sin embargo, es posible que algunos niños de la misma edad que nuestros hijos ya hayan perdido algún diente de leche, mientras que nuestros hijos todavía no hayan empezado a perder los suyos.
Esto no debería preocuparnos, ya que la edad media para comenzar el proceso de recambio es de 6 años, aunque algunos niños pueden empezar a los 5 años y otros a los 8 años. Cada paciente sigue su propio ritmo, por lo que se recomienda realizar revisiones cada 6 meses con el odontopediatra para controlar el proceso de recambio dental.
También puede suceder que veamos cómo un diente permanente ha nacido por detrás o delante de un diente de leche y que éste aún no se haya movido o lo haga muy poco.
Este es un problema dental frecuente que suele requerir consulta en el gabinete odontopediátrico. Se trata de lo que se conoce como una erupción ectópica, que recibe su nombre debido a que el diente definitivo ha erupcionado con una trayectoria errónea.
En la mayoría de los casos, la causa de la erupción ectópica es la falta de espacio disponible en la boca para el tamaño del diente permanente.
Al erupcionar, el diente no empuja la raíz del diente de leche y se desvía hacia la zona más cómoda para salir. Para normalizar el proceso de recambio dental, no es necesario tomar medicación ni analgésicos, ni tampoco seguir una dieta blanda cuando empiece la movilidad dental. Los dientes se mueven porque la raíz se está reabsorbiendo y deben caerse naturalmente. Si acompañamos la movilidad dental con alimentos blandos, el diente puede quedar sujeto a la encía, incluso después de perder toda la raíz, lo que puede ser un factor desencadenante de la erupción ectópica. Es necesario tener una alimentación adecuada que fomente una buena masticación para un buen desarrollo de la erupción.
En algunos casos, una alimentación adecuada y la movilidad de la lengua pueden ser suficientes para que el diente caiga de forma natural.
Si esto no ocurre, no debemos preocuparnos, ya que existe una solución fácil. Lo más recomendable es que un odontopediatra retire el diente de leche (temporal) para evitar que obstaculice la erupción del diente permanente.
Si no ha pasado mucho tiempo (un par de semanas), el diente permanente se recolocará fácilmente en la posición correcta, aunque puede que quede un poco girado.
Si tu hijo se encuentra en esta situación o sigues teniendo dudas, desde el equipo médico de Boca a Boca estaremos encantados de ayudarte y dar respuesta a todas tus preguntas.