Sistemas de retención: como mantenemos resultados tras un tratamiento de ortodoncia

Una vez que se ha terminado el tratamiento de ortodoncia, independientemente del sistema utilizado para corregir la alineación de los dientes y/o mordida, sólo queda un último paso pero no menos importante: la fase de los retenedores,que te permitirán mantener tu recién estrenada sonrisa durante el máximo tiempo.
Después de retirar los brackets, los dientes por inercia natural (comer, respirar, movimiento de la boca…) tienden a moverse, de tal modo que buscan una posición cómoda. Para que no se pierda en parte lo conseguido por el tratamiento de la ortodoncia hay que seguir una serie consejos que serán pautados por tu ortodoncista.
¿Qué tipo de retenedores elegir?
Los retenedores consisten en unos aparatos que sirven para mantener los dientes en la posición deseada, después de un tratamiento de ortodoncia. Podemos encontrar dos tipos:
-Retenedores removibles: Consiste en una férula de plástico que se hace a medida de los dientes del paciente. Son un sistema de retención fundamental ya que mantienen la integridad completa de la arcada.
Este tipo de retención se debe utilizar solo por la noche al dormir, por lo cual no presentará ser una molestia para el día a día del paciente, para su alimentación y así como para su higiene bucal pero requiere constancia y un compromiso del paciente.
Igualmente hay que prestar atención a la limpieza de las férulas mediante el uso de un jabón neutro y un cepillo o también mediante unas pastillas especiales que se suelen vender en farmacias, ambos métodos generan los mismos resultados.
-Retenedores fijos: Se trata de un aparato compuesto por un alambre trenzado a un retenedor de acero muy fino pegado con cemento al diente. Aunque suene muy tortuoso no genera molestias ni problemas al paciente debido al escaso grosor del aparato. Se suele poner en los dientes inferiores y en ocasiones también en los superiores, siempre fijado a la parte trasera de los dientes y funciona como un extra a los retenedores removibles para que los dientes que más tienden a recidivar se mantengan más estables.
El principal inconveniente de este tipo de retención es que tiende acumular algunos restos de comida y placa bacteriana en el aparato, por lo que es necesario extremar la limpieza dental. Recomendamos el uso de hilo dental superfloss o cepillos interdentales finos, para eliminar la placa bacteriana y restos de comida que no puede eliminar el cepillado cerca de las encías y entre los dientes.

Si observas que se ha despagado el retenedor en alguna zona, nunca termines de arrancarlo. Avisa cuanto antes a la consulta y enseguida lo volveremos a pegarlo. Si se ha despegado hace tiempo o tardas mucho en acudir a la consulta puede que el diente se mueva hacia una malposición. Si dispones de un retenedor o funda transparente (essix), úsalo todo el día hasta que puedan pegarte de nuevo el retenedor en la clínica.
Es posible que, si dejas de utilizar los retenedores, los dientes con el tiempo se muevan ligeramente, por lo que aconsejamos que los uses el tiempo indicado por tu profesional de confianza.